Recreación de uno de los momentos más dramáticos y turbulentos en la historia de Inglaterra del siglo XV a través de la perspectiva de tres mujeres diferentes, pero igualmente implacables - Elizabeth Woodville, Margaret Beaufort y Anne Neville - en su búsqueda de poder. (FILMAFFINITY)----------------------------------------------------------------------------------------------------
Adaptación
televisiva del libro con el mismo nombre que termine de leer hace
escasas semanas. El libro me gustó mucho, pero la serie me ha
gustado mucho más, obviamente, cualquier serie histórica con una
buena ambientación y con unos personajes que se comporten de manera
veraz, históricamente hablando, claro está, siempre me gustará y me
parecerá una buena serie.
Una de las
principales razones por las que decidí leer el libro y ver la serie
fue por la guerra de las dos rosas, guerra que aparece como telón de
fondo a lo largo de la serie y del libro, para quien no lo sepa
George R.R Martin se inspiró en esta guerra para crear su Canción de
Hielo y Fuego, cuando descubrí que La reina blanca tenía lugar
durante esta guerra, decidi leer el libro y por
consecuente, ver la serie para descubrir las simulitudes entre
Canción de Hielo y Fuego y la Guerra de las Dos Rosas, pues bien,
mientras en el libro es difícil ver esta conexión, en la serie es
muy fácil ver estas similitudes, puedes ver perfectamente como
Margarita de Anjou es Cersei Lannister, Robb Stark es Eduardo IV,
Enrique Tudor es Daenerys Targaryen, y, bajo mi punto de vista,
Meñique está claramente influenciado por el hacedor de reyes. Pero
las similitudes no solo se quedan en descubrir quién es quién, sino
que, al igual que en GoT, las intrigas palaciegas, las traiciones y
la ambición están a la orden del día.
La serie, como
adaptación del libro es genial y no tiene el problema que si tenía el
libro, ya que este, se hacía muy pesado en ciertas ocasiones. La
interpretaciones estan bien, aunque no creo que haya ninguna que
destaque demasiado, la serie tiene un tempo adictivo y tiene una sola
temporada, por lo que es clara y concisa, no se va por los cerros de Úbeda y se centra en lo verdaderamente importante. Un problema que
tienen las series con demasiadas temporadas es que, estas, con el
tiempo, pierden calidad y dejan de ser lo que eran en un principio,
véase Juego de tronos.
El desarrollo de
ciertos personajes es soberbio, a lo largo de los capítulos, los
personajes se van corrompiendo, como si de políticos se tratase, a
medida que pasan los capítulos van enloqueciendo, ya sea por amor,
por poder o por ambición, es algo que me ha recordado mucho a los
personajes de Shakespeare y de Juego de Tronos. La verdad es que, el único defectillo que le encuentro a la serie es que, aunque los
actores hacen una buena labor, no son las mejores interpretaciones
que he visto.
En conlusión: Una
serie genial, aunque no esta al nivel de mi adorada The Virgin Queen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario