---------------------------------------------------------------------------------------------Merricat lleva una vida solitaria en una gran casa apartada del pueblo. Allí pasa las horas recluida con su bella hermana mayor y su anciano tío Julián. En el hogar de los Blackwood los días discurrían apacibles si no fuera porque los otros miembros de la familia murieron envenenados allí mismo, en el comedor, seis años atrás.
Empezamos muy bien el año lector, el primer libro que leo y que ya tengo clarísimo que estará entre las mejores lecturas del 2018.
Siempre he dicho que Otra vuelta de tuerca era el libro más ambiguo que había leído, pero ahora, Otra vuelta de tuerca ha sido desbancado por Siempre hemos vivido en el castillo, aunque no por eso ahora va a gustarme menos Otra vuelta de tuerca, son dos lecturas totalmente distintas, y en ambas se trata de muy buena forma el tema de la ambiguedad. La situación en Siempre hemos vivido en el castillo es la siguiente:
Mary Catherine "Merricat" vive con su hermana Constance y su tío Julian en la mansión Blackwood, el pueblo los odia porqué seis años atrás el resto de la familia Blackwood habia sido envenenada. La mujer de Julian, los padres y el hermano pequeño de Merricat y Constance murieron envenenados por arsénico en el ázucar. Constance fue acusada y posteriormente absuelta por falta de pruebas, desde entonces padece agorafobia.
El libro es ambiguo en todos los sentidos: ¿Realmente el pueblo odia a los Blackwood o es todo obra de la mente esquizofrénica de Merricat? Merricat, el personaje más complejo del libro y uno de los más complejos dentro de la literaura. ¿Está loca, tiene algún tipo de retraso o es que acaso nos está manipulando de la misma forma que manipula a Constance? No sabría que decir de ella, parece que algo no vaya bien por esa cabeza, pero al mismo tiempo, su manera de manipular es un claro rasgo de inteligencia. La cosa que más loca me ha dejado de todo el libro ha sido la relación entre las hermanas Blackwood, de verdad que a veces pensaba que tenian algún tipo de relación incestuosa, otras solo pensaba que era Merricat la que estaba enamorada de Constance, sea como sea, cada vez que leía lo de "Tontuela Merricat" un escalofrio me recorría la nuca, me daba mucho asco la relación entre ellas dos.
En conclusión: Este libro es oro.